UN FUTURO HECHO DE METAL
Europa pone su mirada en los nuevos proyectos minero-metalúrgicos, como el de Las Cruces (Sevilla), para asegurar el suministro de materias primas estratégicas para la transición energética
La última cumbre del clima de Glasgow ha puesto una vez más de manifiesto la urgencia de acelerar las medidas para la descarbonización de la economía y la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero. Para ello, será necesario imprimir una nueva velocidad al despliegue masivo de las energías renovables y las nuevas tecnologías de almacenamiento energético, así como profundizar en nuevos parámetros circulares en la producción y consumo de los bienes que producimos.
Se abre así una década decisiva para la expansión del vehículo eléctrico, los aerogeneradores, los paneles solares, las baterías de última generación, las nuevas tecnologías de comunicación… Todas estas aplicaciones y tecnologías precisarán de un uso intensivo de minerales y metales como el litio, el cobre, el cobalto, el zinc o el plomo, que se consolidan como materias primas estratégicas para la transición energética y digital en Europa y en el mundo.
Sin embargo, la industria española y europea sigue siendo peligrosamente dependiente de la importación de metales procedentes de mercados externos, como China. Como ha advertido la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, “las tecnologías verdes y digitales dependen actualmente de una serie de materias primas escasas. Importamos litio para los coches eléctricos, platino para producir hidrógeno limpio, metal de silicio para los paneles solares. El 98% de los elementos de tierras raras que necesitamos provienen de un solo proveedor: China. Esto no es sostenible. Debemos diversificar nuestras cadenas de suministro”.
La experiencia del Covid-19 y la actual crisis de abastecimiento ha dejado más claro que nunca que la UE necesita disponer de un suministro seguro de materias primas clave si quiere afrontar con éxito el gran reto global de la revolución ecológica y la lucha contra el cambio climático. Para ello ha puesto en marcha la Alianza Europea de las Materias Primas (ERMA), que persigue promover el desarrollo de nuevos proyectos minero-metalúrgicos en Europa, diversificar el suministro de terceros países, la eficiencia en el uso de los recursos y la economía circular.
La vista está puesta en el desarrollo de nuevos proyectos que no sólo extraigan el mineral, sino que también generen valor añadido a través de la transformación en Europa de estas materias primas en metal refinado. Uno de esos proyectos, candidato a los fondos europeos Next Generation, es el que encabeza el complejo sevillano de Cobre Las Cruces (CLC), ubicado en el extremo oriental de la Faja Pirítica Ibérica, una zona históricamente rica en recursos minerales que guarda aún ingentes reservas de minerales por explotar.
Después de 12 años desarrollando una explotación a cielo abierto para la producción de cobre, la Junta de Andalucía acaba de conceder a CLC la autorización para desarrollar el nuevo proyecto de explotación subterránea y refinería polimetalúrgica para la producción de cobre, zinc, plomo y plata a partir de un nuevo yacimiento polimetálico localizado en la misma zona.
Este proyecto minero y metalúrgico, denominado PMR (Polymetallurgical Refinery), tendrá un periodo de actividad de al menos 14 años, supondrá una inversión directa superior a los 500 millones de euros y otra adicional de 177 millones en instalaciones de energías renovables que alimentarán de energía limpia la nueva línea industrial. Durante su desarrollo, el proyecto generará más de 2.000 millones de euros de ingresos dentro del territorio, entre salarios, impuestos, suministros y contratas.
De igual modo, se crearán 1.200 puestos de trabajo durante la fase de construcción. Una vez en producción se generarán unos 900 empleos directos (480 propios de la empresa y 420 de contratas) y unos 1.500 empleos indirectos e inducidos.
Esta futura actividad industrial se apoyará en una mina subterránea y en una nueva planta polimetalúrgica para la producción de los cuatro metales. Todo ese proceso se realizará con una tecnología que representa una innovación única en la minería mundial al completar el proceso ‘de la mina al metal’, es decir, desde la extracción del mineral hasta su transformación en metal refinado, listo para su comercialización.
Este sistema, con el que Cobre Las Cruces ha estado hasta ahora produciendo el cobre más puro del mundo (99,999%), se ha perfeccionado y ampliado para procesar también el mineral polimetálico. Se trata de un material muy abundante en la Faja Pirítica andaluza, pero hasta ahora era muy complejo de procesar por la dificultad de separar sus componentes.
La planta tendrá además capacidad para procesar mineral procedente de otros yacimientos polimetálicos de su entorno, que hasta ahora están desaprovechados por la ausencia de una tecnología eficiente y rentable para su tratamiento. Según los últimos estudios, las reservas de polimetálico en Andalucía se estiman en más de 1.500 millones de toneladas. En ese sentido, el proyecto de Las Cruces puede abrir un nuevo horizonte de desarrollo para todo el sector